Por mucho que mires a una persona, por mucho que te fijes en sus cambios, en la forma de vestir, en sus formas y expresiones, en su manera de pensar y escribir, seguirá siendo esa persona a la que conociste. Por muchos minutos, días, horas, meses, años…. seguirá siendo él, esa persona que era muy tímida a la hora de hacer amigos, la cuál más tarde estaba hay para ayudarte en tus problemas diarios, y la que, finalmente, terminó siendo tu diario y psicólogo personal, por todos los problemas y soluciones, alegrías y pesares, dudas y remordimientos que tenías. Da igual que le preguntaras, él tenía respuesta para todo. Cada vez que te veía dirigirte hacia él sonreía con una felicidad particular y te preguntaba: Supongo que ya te ha pasado algo, ¿a qué si pequeña? Yo sonreía y me ponía feliz. “Cómo me conoce”, pensaba cada momento que me decía eso.
Somos tan iguales… tan similares… que a veces no lo parece, pero, día a día, tan parecidos… tan diferentes… pero más semejantes que lo que a simple vista se puede observar.
1 comentario:
andaaa... es verddad! xd jajaja :D
La cortaaa :)
un beso!^^
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